jueves, 14 de agosto de 2014

¡¡¡No estoy sola!!!

A veces reconforta saber que hay gente tan empanada o pringada o singer morning, como una misma.
Leo este titular: El increíble descuido de Ángel David Rodríguez, recordman de España de los 100 metros. Lo primero que pienso es que es posible que no se diera cuenta que había cruzado la meta y siguió corriendo, o que salió sin atarse los cordones y se dio de bruces, o que se quedó dormido antes de la prueba...Pero sobretodo me asalta la alegría de saber que hay más gente que tiene "descuidos".

Sigo leyendo:Ángel David Rodríguez, el atleta español más rápido de la historia (10.14 en los 100 metros) ha llegado ocho horas más tarde que el resto de la delegación española a Zurich, escenario del Campeonato de Europa
Bueno, él tiene el récord de velocista, pero yo sigo ostentando el de llegadora de tarde y el de hacer llegar tarde o nunca a los demás...¡¡¡que ocho horas no son ná!!!
A ver, qué le pasó al muchacho. ¿Tuvo pesadillas la noche anterior? ¿Le asaltó un virus intestinal? ¿No podía cerrar la maleta? ¿Despertó con un lumbago impertinente? Nooooooooooo. Simplemente abrazó el síndrome del singermorgnismo. El atleta cuando llegó al eropuerto no recordaba haber cogido el pasaporte ni la cartera. Se dio cuenta del olvido justo antes de tomar el vuelo de las 8:30 de la mañana. Vaya, como suena ésto. Rápidamente me solidarizo con Ángel David y me entran unas ganas irrefrenables de llamar a la Federación de Atletismo para que me den su móvil y poder ser amigos para siempre.

Pero la maldad periodística no tiene límites y la noticia sigue dando detalles de la torpeza de mi nuevo amigo. Cuando regresó a casa para recoger la documentación cayó en la cuenta que se había dejado las llaves dentro y el pobre chico relata "a las 7:30 de la mañana he tenido que llamar a un cerrajero que me ha cobrado 170 euros, y encima me ha dicho que de haber llamado media hora antes me habría salido más barato". Si es que cuando uno empieza mal el día lo que pueda pasar luego es como los caminos del Señor: inescrutables.
Cuando finalmente el cerrajero le abrió la puerta, mi querido Ángel David, recordó que había metido la cartera y el pasaporte dentro del equipaje. El mismo equipaje que se había llevado al aeropuerto para coger un vuelo que había perdido.
Y si el recochineo no fuese aún suficiente, la nota de prensa termina diciendo que "El velocista madrileño tuvo que pagar de su bolsillo el billete de avión para desplazarse a Zurich".

Moraleja: ser descuidado solo se lo pueden permitir las personas con cartera abultada. 
Sé de lo que hablo.



sábado, 2 de agosto de 2014

Mentes diáfanas

Un día de esta semana iba en el coche con LittlePrincess (la hija de Salamandra) y MiniBorroka (la mía propia).

MiniBorroka le pregunta a LittlePrincess:

MB:¿Tú crees en dios?
LP: No.
MB: Yo tampoco.
Sincopada: Ni yo...
MB: Pues Cm y Cn, que son hermanas, una cree en dios y la otra no, ¿cómo puede ser?.
S: Mira, cada cual tiene su fe.
MB: ¿Qué es fe?
S: Fe es algo que, o te lo crees o no te lo crees, porque no tiene explicación.
LP: Pues yo no me lo creo y mis padres tampoco.
MB: Ni yo, porque Cn dice que dios está en el cielo y yo subí en avión para ir a Marruecos y ahí no había nadie.
LP: Claro, es que ahí no puede haber nadie.
S: Chicas, dios es más una idea que un ser propiamente dicho.
LP: Menudas tonterías se cree que la gente...
MB: Es verdad, parecen tontos...
S: Mirad, lo de creer en dios es algo muy personal.
MB: Sí, pero más personal es el cepillo de dientes.
S: ¡Jajajajaja! Desde luego, muchísimo más, dónde va a parar.
LP: ¡Jajajaja! Es que tienes cada cosa, MB ....

La niñez, qué porculero tesoro...


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