lunes, 3 de noviembre de 2014

VIDAS

 

 ¡Oh! No habéis traído mis galletas...
Le digo que sí. Que pase y tome asiento que enseguida estoy por ella. Se disculpa por interrumpir, saluda a la otra señora que estoy atendiendo y mientras se sienta comenta que esas galletas son las únicas que le gustan a su marido.

- Ya estoy con usted Conchita. Voy a buscarlas en el almacén que solo quedaba una caja y se las aparté.
- ¡Qué majas soys las dos! Es que le gustan tanto y es tan fácil hacerle feliz que...
- Aquí las tiene. ¿Va a querer algo más?
- Sí, me llevaré frutos secos.
- No se levante, ya le voy poniendo lo que me pida.

Conchita tiene 85 años, anda con bastón y siempre tiene una sonrisa dibujada en su rostro. Me gusta esta mujer, no huele a vieja y va siempre impecable. Es muy dulce y agradecida, y siempre me comenta - cuando yo le digo que es la persona con mejor humor del mundo- que no entiende por qué los viejos se vuelven tan cascarrabias, que a su edad ya solo se puede estar en paz.

Mientras le voy poniendo en bolsitas unas pocas nueces, avellanas y almendras, me doy cuenta que me mira casi examinándome y le sonrío. Me gusta Conchita porque además de oler muy bien, no me habla de vanalidades, ni me comenta que hace mucho calor aún, ni me habla de sus males, ni si le duele aquí o si ha ido al médico. Algunas veces hablamos, y otras no. Pero por su expresión sé que quiere decirme algo y utilizo el lenguaje corporal para que suelte lo que le pasa por su blanca cabeza. Levanto una ceja, la miro y ella dispara.

- ¿Estás casada?
- No.
- Bueno, casada o vives con alguien...me refería a estar en pareja.
- No.
- ¡Vaya! Pero si eres guapa y limpia... qué cosas.
- Jajajajajajaaaa. ¡Gracias por el cumplido! A mí me encanta que usted quiera tanto a su marido, después de tantos años y aún...
- No, no. Tantos años no. Unos cuantos, es mi segundo marido. Fui de las primeras mujeres en este país que se divorció, incluso conseguí la nulidad eclesiástica.
- ¡Ahí va! Es una caja de sorpresas. Pues no debió ser fácil.

Voy preparando el pedido y de repente se hace el silencio. Levanto la vista para preguntarle si quiere algo más y tiene la mirada perdida. No le digo nada y espero que vuelva a conectarse.

...no, no fue nada fácil. Yo era muy joven cuando me casé y estaba muy enamorada. Entonces no te explicaban nada. Los chicos te pretendían, si a tu padre le gustaba el mozo te dejaba casar y ya está. Pero de las cosas de la carne nada de nada. Lo que pasaba en mi casa para mí era normal, pero no venían los hijos. Llevábamos casados diez años y no me quedaba embarazada. Así que asumí aquello del "chica, tú no sirves" y decidimos adoptar. Todo lo hicimos con mucho amor. Adoptamos un niño maravilloso, mi hijo, nuestro hijo.

Conchita habla para mí pero es una reflexión en voz alta. No interrumpo. No pregunto. Miro su expresión y su sonrisa no desaparece ni su rostro muestra un ápice de tristeza o de rabia. Hace pausas y yo solo asiento con la cabeza.

... luego él empezó a viajar porque le hicieron jefe del departamento de ventas de la empresa. Vivíamos bien, ganaba bastante y yo hacía arreglos de costura en casa. ¡Gané premios de bordados! Era muy artista. Cuando empezó a viajar y no dormir en casa...descubrió que le gustaban los hombres. Que era gay, como decís ahora. Durante unos años vivió un infierno. Yo le veía atormentado pero no sabía cómo explicármelo, hasta que se enamoró de un hombre y ya no pudo más. Primero me quedé helada, pero fui comprendiendo muchas cosas...entre otras que no consiguiera quedarme embarazada. Pero había mucho amor y respeto entre nosotros, así que le ayudé. Le dejé marchar y seguimos siendo grandes amigos.

La historia me conmueve, pero sobretodo me alucina su dulzura, su falta de acritud, su comprensión, su capacidad de ponerse en la piel del otro.

- Claro, pueden ser amigos porque no hubo engaño ninguno. Cuando se casaron eran dos pipiolos que desconocían su sexualidad. Hicieron lo que se esperaba de una pareja de novios. Para ustedes todo era normal.
- Es que entonces no se hablaba de las interioridades. Yo no podía contarle a una amiga que si lo hacía así o asá. Yo creía que mis amigas vivían lo mismo que yo.
- Y su hijo, ¿cómo lo encajó?
- Mal. No quiere saber nada de su padre. He intentado que no le juzgue pero...

Le digo que me pase su bolsa de la compra que le iré poniendo las cosas. Si no fuese por la cadera que la tiene jorobada, está estupendamente. Es ágil, pequeña, flacucha. Se levanta, mira el reloj y dice que tiene que ir tirando para casa a hacer la comida. Me tiende un billete y mientras cuento el cambio para devolvérselo la oigo respirar hondo.

...conocer a mi marido actual es lo mejor que pudo pasarme. Descubrí que se podía ser feliz tanto dentro como fuera de la cama. ¡Fue una revelación! Bueno, supongo que sabes a lo que me refiero (
emite un jijijiji, al tiempo que se tapa la boca). Tú si no quieres, no te cases. Pero sé feliz, y si un día se arrugan las sábanas y no puedes planchar, que te importe cien pepinos. Es que esa palabra que decís ahora de foll..., no me gusta decirla.


Aguanto la puerta para que pueda salir y pienso que ha llegado lozana a los 85 años porque aplica la sensatez: ni rencor, ni asco, ni odio.





26 comentarios:

  1. Hay gente a la que vale la pena conocer :)

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    1. Sobretodo si no tienes ninguna intención de conocerla y las conversaciones fluyen sin más... eso sí, el riesgo que sea un tostonaco, existe!!

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  2. Jo, qué maravilla, qué señora más estupenda <3

    Un beso!

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    1. Es un encanto!
      Fíjate que yo con el universo senil tengo mis problemillas... pero a esta abuela la adoptaría ahora mismo!

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  3. sigue alucinándome que alguien con cinco años más que mi madre no distinguiera entre delante y detrás.Y sí, admiro su falta de acritud, pero la edad es lo que debería dar, su justo valor a las cosas.

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    1. a ver... que la pobre mujer no me dijo en ningún momento que le profanaran el cu-cu.
      Yo entendí que se follaba poco y mal, con penetraciones de solo la puntita, sin ganas y sin pasión... o algo así.
      Que de vez en cuando la cosa se fuera para el garage... pues no lo sé, yo no estaba allí.
      De todos modos, no se puede comparar nunca a la gente, aunque pertenezcan a la misma generación porque desconocemos su realidad.
      Eso sí, una señora entrañable, justa y de una bondad de las que no da rabia ninguna.

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  4. Me ha venido un flashback a la mente: el sábado, en casa, mientras desayunábamos y os contaba la vida de C. que da para 7 temporadas de un culebrón cargado de sexo, violencia, hurtos, muerte y de más lindezas... Muy amenudo la realidad supera la ficción.Y a mí me encanta escuchar esas historias....
    Y lo mejor de todo es que nada es moderno o antiguo, la vida es la misma desde que es vida, todo está ya inventado.
    Pobrecica Sra. Birba, tantos años de sodomía esperando a la cigüeña...¡qué despropósito!

    Kissessssss Throwing Papers and hit the ground!!!!

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    1. Depende de las historias, de las personas y del momento en que te pille... pero cuando una es buena "oyente" a veces le regalan maravillas.
      A mí esta señora me parece, no moderna, lo siguiente. Pero no por los acontecimientos, gaylors encerrados en su armarios, haylors. Pero que alguien que vive al margen del sexo, que la condición sexual de su pareja la deja sin descendencia directa, que pueda sentir afecto por esa persona... me deja sin palabras.

      Por cierto, cómo no, la tenemos bautizada como Sra. Birba!!! Qué ojo tienes mi niña.

      Throwing Papers and hit the ground?!?!?!?!?! jajajajajajaja
      Kisses for you, my darling.

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    1. A mí también me lo parece... pero no me gustaría ser ella, francamente.

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  6. Preciosa historia e interesante mujer ... me parece muy fuerte que ella pueda aceptar y el hijo, mucho más joven y se supone "moderno" le haya dado la espalda a su padre. Ese pobre hombre también debió pasar lo suyo.

    Algo parecido le pasó a mi tía Carmen, de la que os he hablado mucho :-) ... Mi tía Carmen fue medio pilingui, una por necesidad y otra, por ligerismo de cascos innato. Pero antes de eso, la casaron a los 16 años con uno de 40 que resultó ser gay con ganas de aparentar. Cuando mi abuela se enteró de que a su hermana ese señor le hacía feos todas las noches (que se toqueteaba solo, parece ser), se puso como una basilisca y se fue para allá a agredir verbal y fisicamente al "cuñado". Lo dejó tibio a escobazos. Nulidad y nunca más se supo.

    Qué vidas.

    Ahora que tengo el "privilegio" de lidiar con este colectivo ... la verdad es que algunas te dejan con la boca abierta.

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    1. Lo de tu tía Carmen es brutal... pero sobretodo el papel de tu abuela, no tiene precio.
      Yo tengo que rendirle algún día un homenaje a mi tía la "abortera"... ésa también tenía mucha miga.

      Qué vidas.

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  7. Otros, simples como somos, nos quedamos con el consejo de arrugar sábanas tanto como podamos. Quiero una vejez activa y de buen humor. Ya, reconciliarme conmigo mismo sería ...En fin, a las barricadas de almohadas. Sí pasaremos... un buen rato. Besitos, Kitty. Bill

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    1. ¿Barricadas de almohadas? jajajajaajaj me parece una buena estrategia.
      Lo del buen rato, ni lo dudo. Y lo de la simpleza... pues qué quieres que te diga, arrugar sábanas mola, quizás por simple, pero mola.
      Lo de los besitos me ha llegado al alma.
      Besos, Bill

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  8. Pero que grande esa señora, como bien dices sin querer rendir cuentas a nadie se vive mucho mejor
    Un saludoooo

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    1. Pues no sé, conozco gente que opina que la venganza es lo que mueve el mundo...a mí la verdad es que me da mucha pereza. Sí, mejor vivir sin querer rendir cuentas.
      Otro saludo

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  9. cielos! oir a un viejo (entienda usted que prescinda de ridículos eufemismos) hablar de su vida sexual se me antoja harto disgusting. quisiera envidiar a su amable clienta, pero lo único que me sale es compadecerla a usted por tener que escuchar esas cosas. sin duda, soy un monstruo prejuicioso, pero a mi edad ya es demasiado tarde para remediarlo: temo que seré un viejo cruel si el alivio no me sorprende a tiempo a la salida de una curva.

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    1. ya... lloro por dentro, no se crea. he aprendido a poner cara de póker divinamente (ya le mandaré un selfie de dicha guisa)
      permítame que le diga que la compasión y la monstruosidad casan mal. o realmente no me compadece, o se queda en un prejuicioso sin monstruosidad.

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  10. pues podría yo aportar pruebas de que compasión y monstruosidad casan a la perfeccion... pero corresponder a un autoretrato guapeton (el que usted me ofrece) con unas imágenes grotescas (las de las viudas de semanasanta que avalan mi afirmación anterior) no me parece de recibo... de modo que me limitaré a asentir con la cabeza al tiempo que la balanceo ligeramente de lado a lado, tal que asin

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    1. y yo le sonreiré socarronamente (con carcajada interior) tal que asín...

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  11. El odio y el rencor son como un veneno que tú mismo tomas esperando que le haga efecto a otro.
    Saludos! Borgo.

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  12. Nadie va a decir que esta historia suena sensacional
    porque la Kitty la ha contado de puta madre u que!!!
    Que bien llevada, que bien escrita y me quito el sombrero!!

    Y no termino de ver la comprensión hacia el marido porque se fuera con un señor en vez de con una señora. Que se hubiera aclarado antes, sin joderle la vida a la pobre aguela.
    Si le ha ido bien es por ella misma no por el señor!

    Besicos.

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    1. Me has sonrojado.
      Mucho.
      Que lo digas tú que eres un gran lector... uffff
      Gracias.

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