lunes, 27 de diciembre de 2010

Querido Álex: menudo truño

Y que conste que lo digo desde el cariño. Sabes que te quiero.

Pocas veces, muy pocas, se escucha un silencio absoluto al acabar la película. Empiezan los créditos y la parroquia está paralizada en los asientos, sin mediar palabra, sin moverse ... normalmente sucede con películas muy buenas, o muy malas.

Esta era muy mala Álex. Mucho.


Y no te culpo por querer hacer un refrito de tus anteriores pelis, es fácil y resultón. Pero Álex, es que se nota. Si cuelgas al prota de las alturas a punto de caerse al vacío y la cámara le observa desde arriba, no te discuto que quede un pedazorl de plano, de los de artista, pero es que eso ya lo hiciste en El Día de la Bestia. Y lo de tener dos personajes principales, a cuál más esperpéntico, enfrentados e intentándose matar el uno al otro, pues tampoco está mal, pero es Muertos de Risa. Y si lo que engendras después es una persecución por las alturas de un edificio (aunque ahora le hayas dado un revolucionario giro de tuerca, y no se trate de un edificio sino de la cruz del Valle de los Caídos) pues chico, no cuela, a mi solo me faltó ver a Terele con pantuflas porque por un momento volvía a estar en La Comunidad.

Y qué quieres, me jode. Porque mi amor por ti es incondicional, te he visto, leído y escuchado todo lo que he podido. Me caes bien y me gustaba lo que hacías. Y fíjate que lo digo en pasado, porque últimamente Álex, no sé que te está pasando.

La peli prometía, y hay cosas que realmente están MUY bien, una producción buenísima, un ritmo a veces trepidante, unos actores que en ocasiones están tremendos (Antonio de la Torre, por Dios, que le den siete Goyas uno detrás del otro). Pero, pero, pero, ¿ese guión, Álex? ¿realmente estás satisfecho de ese guión? (y si, ya sé que ahora te vendrás arriba diciendo que te lo premió en Venecia el mismísimo Tarantino. Otra cosa que no entendería, si no fuera porque él últimamente tampoco es el que era. Malditos Bastardos aparte).

A mi me vais a perdonar, pero no. A Areces no me lo creo (y mira que me sabe mal), a Santiago Segura aún menos, ese guión no hay por donde pillarlo (no voy a destriparlo aunque podría, porque alguno que caiga por aqui a lo mejor todavía quiere verla), hay situaciones mal resueltas, mal hiladas, y escenas que no aportan nada (atención spoiler: ¿Porqué metes a Areces en una cueva desnudo y comiendo carne cruda? ¿realmente crees que es necesario ponerle ahí para que la peña entienda que está viviendo un viaje a la locura? ¿no te das cuenta de que lo único en que se fijan es en que tiene un micropene?. Por no hablar de la situación delirante posterior, en la que se encuentra oh sorpresa! con un fantasma del pasado que le reconoce por ¿¿¿una medalla??? anda ya).

Que no Álex, que no. Que por ahí no paso, hombre.


domingo, 19 de diciembre de 2010

ORA ET LABORA


Andaba yo diciendo en un comentario que, a veces, la realidad supera la ficción. Lo que me ha ocurrido en el maravilloso mundo laboral así ha sido.
En verano hará 8 años que trabajo en la misma empresa. No es que sea muy habitual en mi tanta estabilidad, pero es un sitio taaaaaan frikie que engancha, y mucho. Cuando me coge el calentón, o lo que llaman los expertos el síndrome del burnout, hago una lista de pros y contras y al final siempre han pesado más los pros: puedo ir vestida como me da la gana aunque tenga una reunión con la consellera de salut de la generalitat, la puntualidad no es algo que se tenga muy en cuenta (eso sí, tampoco miran si luego recuperas las horas), no hay que llevar justificantes si faltas al trabajo, está en un lugar céntrico... en fin cosas que para mí han sido importantes a la hora de decidir si quedarme o irme. Hasta hoy.

Llevo años manifestándole a mi jefe que no puedo hacer todo el trabajo que se supone de debo hacer mientras los días tengan 24 horas y las jornadas laborales sean de 8. A la vez que llevo pidiendo que pongan a alguien a trabajar conmigo, he manifestado que sería oportuno que se me subiera el sueldo, dado que me parto la espalda currando, creo que sería justo. Lo de poner a alguien siempre ha quedado en nada, en plan, pero si tú eres muuuuy buena y puedes con todo. Lo del aumento de sueldo, por h ó por b siempre se han escaqueado y al final en diciembre me dan una especie de limosna para que no dé la lata hasta el año siguiente.
Este año, después de las vacaciones de verano me planté. Al reincorporarme en septiembre me notificaron que la empresa quería obtener la certificación ISO de calidad y que dada la dificultad de aplicarlo a todos los procesos que se desarrollan, iban a empezar con el más importante: la gestión de proyectos. Explicado a grosso modo cada proceso se constituye de diferentes procedimientos, pues esto proceso que querían acreditar tiene 4 procedimientos de los cuales 3 son responsabilidad mía en solitario y 1 es compartido con el área de gestión económica.
Pensé que por fin iba a ser la mía, que me habían dado argumentos de sobra para poder reivindicar una persona para trabajar conmigo y el esperado aumento. Mi jefe estuvo absolutamente de acuerdo y dijo que iba a apoyarme en todo, que era necesario crear una Unidad de Gestión de Proyectos en la que yo fuera la responsable y que eso iba a llevar consigo el aumento de sueldo. Caray, qué majo!

A los pocos días de esta charla volvemos a tener una reunión (supongo que es habitual, pero en esta empresa se pierden muchísimas horas en reuniones estúpidas y demasiado largas). Bueeeeeeno, queee al final... que no. Que no se puede contratar a nadie, que ahora no es un buen momento. Pero que tranquila. Que él me había defendido mucho y había conseguido que alguien de la empresa trabajara conmigo el 30 ó 40% de la jornada. El hombre al ver que no aplaudía me preguntó si no estaba contenta. Le dije que sí, que como unas castañuelas que quizás no había oído el casteñeteo al apretar mi mandíbula. No me voy a cebar porque no merece la pena, pero además iban a ponerme de ayudante (nunca pedí un ayudante sino un igual) la típica persona que no se sabe porque no la echan pero que todos los departamentos quieren quitarse de encima. Por fortuna me llevo bien con ella. Dos días después me comunican que no, que tampoco, que no cuente con ello, que finalmente han decidido contratar a alguien para que además pueda llevar la oficina de proyectos europeos (mi nivel de inglés no es suficientemente bueno, pero intentaron encolomármela también, de propina). Le comento que es estupendo pero que mi volumen de trabajo empieza a ser desesperante, pido que agilicen la selección.

Un par de semanas más tarde me reúno nuevamente con mi jefe. Ya tienen solución para todo. Han contratado a una persona que será mi jefa. ¿Cóoooooomor? Pensé que no lo había oído bien. Pero sí. Los muy hijos de puta decidieron que era mejor contratar a alguien pagándole el triple que a mi para que hiciera el 10% de mi curro, en vez de promocionarme a mi. Pero que habían decidido que el sueldo iban a subírmelo. Me hablaron en cantidades brutas anuales creyendo que no sé sumar o algo por el estilo, pero rápidamente supe que mi aumento se traducía en unos 40 ó 50 euros mensuales. ¿Qué coño había pasado? ¿Qué me había perdido? No intentéis entender nada. Esta empresa es el mundo al revés, no lo entendemos ni los de dentro. Obviamente al recibir la noticia debí poner una cara de ¿pero me habéis tomado por gilipollas?, porque mi jefe me preguntó por qué no parecía encantada con la noticia. Por primera vez puedo reproducir una respuesta de este calibre (creerme, no le mandé a la mierda ni tomar polculo). Le dije que no tenía saliva suficiente para explicarle lo jodida que me sentía. Me levanté de la mesa y me fui.

Mi jefa nueva tenía que incorporarse antes del 1 de diciembre. No empezaba pero nadie decía ni preguntaba nada. Esta semana nos han notificado que no se incorporará nunca. Que el proceso de selección vuelve a empezar. Mi jefe me ha dicho que como puede ser largo, que volvemos a aplicar el Plan A. Te ponemos a la escaqueada de la empresa para que te eche una mano (al cuello!!!). Es decir que no les da la gana de pagarme más y que yo sea mi propia jefa para hacer el trabajo que ya hago.

Lo que me he guardado para el final y que hace que este relato sea curioso, porque hasta aquí solo es asqueroso, es que el mismo día que me comunicaron que iban a ponerme una jefa (joder, es que encima tía!. No me llevo bien con el poder femenino), pensé y dije en voz alta que iba a ponerme en contacto con P. el hombre que me había metido en esta maravillosa empresa. Textualmente dije (entre risas): "Si P me metió aquí, que me saque ahora de ésta!". Al día siguiente veo al volver de comer una llamada perdida de P. en mi móvil. Le llamo. "Kittyyyyyyy guapa cómo estás? Oye queeeee... ¿cómo te va en el curro? ¿has pensado en hacer un cambio? Mándame el currículum, creo que tengo algo interesante para ti... Pues sí, y en la competencia. Estoy esperando a que me llamen, se ha retrasado el proceso. Pero os juro que casi me corrí de gusto.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La vida da muuuuuuchas vueltas ...

Hace unos quince años me pusiste un expediente disciplinario por llegar tarde al trabajo repetidamente. Llegaba cinco minutos tarde cada día. El mismo empeño pusiste tú en controlar esos cinco minutos, que yo en no llegar ni un puto día a la hora. Por mis ovarios toreros. Resultado: dos días de suspensión de empleo y sueldo.

Me jodió mucho la intransigencia, teniendo en cuenta que a la hora de salir, a mis compañeros se les caía el boli a las o'clock, mientras que a mi no me importaba quedarme el rato que fuera para acabar el trabajo. Y aunque la suspensión de empleo me vino bien (fueron unas vacaciones), los dos días sin sueldo me repatearon el mes. Entre otras cosas porque me pagábais una mierda y entonces vivía sola, por lo que a duras penas llegaba al día 15. Por eso, en aquel momento, me pareciste un gilipollas integral y te odié desde lo más profundo de mis veintipocos rabiosos años.

Han pasado quince años y la vida ha hecho que nos volvamos a reencontrar en una circunstancia bien distinta: aquel local en el que entonces trabajábamos treinta personas, actualmente está vacío, porque de esos treinta ahora solamente quedais seis. Y es demasiado local para vosotros, mucho espacio y gastos exorbitantes para una empresa que hoy en día es casi ruinosa. Así que os habeis mudado a un despachito pequeño y buscais arrendatario para el antiguo recinto. Mi actual empresa quiere expandirse y andaba a la caza de local, así que, ¡casualidades de la vida!, han contactado con vosotros para alquilaros el vuestro. Obvia decir que en absoluto influí en eso, yo me enteré cuando me citaron allí para revisar un tema de imagen corporativa, y FLIPÉ MANDARINAS al leer la dirección.

Cuando me presenté, entré de repente en una travesía emocional que me transportó al pasado en cuestión de segundos: en esa esquina estaba mi antigua mesa, delante de esa puerta por donde entré y salí durante 10 años. Allí se sentaba el que ahora es mi marido (lo conocí en el trabajo y fue mi medio-jefe. Pero esa es otra historia). En ese office tomaba café cada mañana con mi compañera Isabel, esa pedazo de persona, inteligente, divertida y excéntrica, que murió de cáncer hace unos años y a la que tanto recuerdo. Y ahi al fondo, la sala de servidores ... pero si todavía estaba la antigua IBM, incorporada en un mueble en el que tenías que introducirte para trabajar con ella, como si fuera una nave espacial! (cualquier mp3 actual tiene bastante más memoria seguramente). Como soy una nostálgica empedernida, me dejé atrapar por los recuerdos, fueron 10 años en esa empresa y hubieron muchos, muchísimos momentos. Y algunos buenísimos (éramos todos una panda de freaks, a ver qué día escribo sobre eso ...).

En esas estaba, cuando al darme la vuelta ¡zas! ahí estabas tú. De nuevo frente a frente: tú, 15 años más viejo, más calvo y más derrotado. Yo, 15 años más vieja, más gorda, y rodeada de personas que discutían sobre qué paredes tirar. Las mismas paredes que antiguamente compartimentaban TU reino. Qué rara es la vida: hace tiempo me abroncabas en cuanto tenías ocasión, y ahora estabas cortadísimo delante mío. Visiblemente azorado. Y, al contrario de lo que pudiera haber pensado cuando te odiaba tanto, no me gustó.

Me dio pena.

Intenté charlar contigo amigablemente, preguntarte qué tal todo ... iba de buenas y sin ningún ánimo de mortificarte, te lo aseguro. Pero estabas a la defensiva, y lo dejé estar. Desconfiabas de mí y no te culpo, en el fondo no me conoces. Si te hubiera interesado hacerlo cuando podías, te habrías dado cuenta de que soy rebelde, sí, y perra, ¡mucho! ... pero mala no. Eso nunca lo he sido. Pero tú piensas que todo el mundo es como tú.

Reflexión: si tu único concepto del poder se limita a vulnerar y humillar a los que tienes debajo, estás muerto. Porque mantenerse ahí arriba es difícil, requiere mucha energía, conlleva mucho desgaste, y aún fijando todo tu empeño en esa empresa, la permanencia en la cumbre no siempre depende de tu voluntad. Las putadas existen. Y debe ser MUY jodido caer, y de repente empezar a vivir tus días en una continua sospecha. Constantemente recelando y esperando que el de arriba te corte la cabeza como tú habrías hecho en su lugar.
Sed inteligentes, amigos. No hagais nunca a nadie lo que no os gustaría que os hicieran a vosotros. Parece fácil, pero hacerlo requiere de una reflexión y una autocrítica que no siempre llevamos a cabo.
Nunca se sabe a quién te vas a encontrar en el futuro. Ni en qué situación.

viernes, 10 de diciembre de 2010

TODOS LOS RAROS FUIMOS AL CONCIERTO


Fue una noche mágica, de las que no se olvidan nunca. Llevábamos meses esperando la gran cita, ilusionados como niños, ilusionados por LOS niños. Ellos fueron los protagonistas aquélla noche. Ellos, sus familias, sus amigos,Love of Lesbian y el CUÑAO. El super Cuñao, el Cuñao Universal, el megaultrahiper Cuñao de los Cuñaos, lo menos parecido al "cuñado Fernando" de Santi Balmes. Él fue quien puso toda su carne (y no es poca) en el asador, su empeño de padre luchador y su optimismo inagotable.
Love of Lesbian lo han dicho, fue una noche mágica, allí pasaron cosas muy emotivas y fue, sin duda, la primera fila más emocionante y auténtica que han tenido en todos sus conciertos.
TODOS los raros fuimos al concierto, amigos, familias, todos reunidos en un acto de AMOR de los que contaremos a nuestros nietos.
Cuando la vida te apuñala por la espalda sólo te queda mirar hacia delante, luchar por el día a día y procurar hacer de cada instante algo único e irrepetible. Aquella noche lo fue. Y no sólo porque Love of Lesbian nos chiflen, sino porque también nos vuelve locos querernos y darnos cariño, hacer saber a los demás que estamos ahí, que nunca vamos a fallarles.
La Asociación ComKeDem, para la que iba destinada la recaudación de aquél concierto, es un acto de generosidad y amor como pocos. Lidiando con las dificultades y apostando por la diferencia, haciendo de lo distinto lo normal...el amor todo lo puede.
Óscar, mi sobrino, por quien todo esto existió, no es un tipo normal. Y no porque no pueda andar, sino porque con 10 años es capaz de emocionarse leyendo cuentos de Óscar Wilde y contármelo con el alma encogida, porque, como él dice, es un puto filósofo y cada vez que se ríe nos hace olvidar todas las putas miserias de este mundo, y cada vez que llora nos empuja a superarnos, a superar nuestros propios prejuicios y nuestra tristeza.
Aquella noche fue mágica, gracias a todos los que vinisteis y a los que estabais en alma.

Shiwa nos inició un poco a todos....aquella noche.

PD: Óscar, ellos te dedicaron tu canción favorita...yo con todo mi amor lo vuelvo a hacer ahora aquí, para ti, pequeño filósofo tocahuevos. Te quiero.



LinkWithin

Related Posts with Thumbnails