jueves, 28 de octubre de 2010

PEREZA



procrastinar (Del lat. procrastinare).
1. tr. Diferir, aplazar


O lo que es lo mismo, dejarlo todo para después. Dentro de este mundo competitivo en el que vivimos, en el que el prójimo siempre intenta ser más que tú, siento deciros que en procrastine os gano a todos. Sobradamente, vamos.

Soy de natural perezoso. Madrugar, ordenar, archivar, organizar, preveer, gestionar ... en resumen, lo que viene siendo trabajar, me llena de flojera, desidia y abandono. Y es entonces cuando entra en acción el consabido “ya lo haré luego”.

Ese “luego” en mi caso, puede durar desde horas, hasta días, meses o años (por poner un ejemplo, os diré que tengo cajas por abrir desde mi última mudanza. Hace 10 años).

El caso es que, desde hace un par de meses, por mor de la crisis, me tocó asumir una serie de tareas en el despacho que hasta ese momento llevaba otra persona a la que no renovaron el contrato. Tengo que aclarar que a esta persona se la contrató para cubrir una vacante creada por excesivo volumen de trabajo, y que era una pedazo de profesional organizada y resuelta con la que daba gusto trabajar. Cuando la parcela que ella llevaba había crecido tanto que la pobre casi ya no daba abasto, en lugar de ponerle ayuda, agarran y se la cargan por ser la última en entrar, ergo la más barata. ¡Ah! y “que conste que queremos resultados, así que apañaos el resto como podais”.

Son esas decisiones de empresa, tan sesudas e inteligentes, las que te vienen a la mente cuando suena el despertador y tienes un sueño de cojones. Las que te animan a saltar de la cama para emprender una nueva jornada laboral, con empuje y alegría rociera. Las que recuerdas cuando abres el sobre de la nómina y te dan ganas de beberte un traguito de lejía on the rocks.

Derecho a la pataleta nulo, puesto que era una estrategia de empresa marcada por Dirección General y ni mi jefe ni mucho menos nosotros, podíamos piar. Lo que viene siendo un ajo y agua, vamos.

Sintentizando: me cayó de repente un marrón oscuro. Me asignaron una jartá de procedimientos aburridos, tediosos y lo que más me jodía, repetitivos, de los que no tenía ni tiempo, ni putas ganas de encargarme. Y lo mejor: de los que si te equivocas, hasta la señora de la limpieza se entera. Acostumbrada a trabajar por proyecto y sin plazos, de repente me tocaba asumir una serie de mandangas infumables de las de “me lo tienes que pasar como muy tarde el día 2, si no, explota el mundo”, “uff, te has pasado 0.5 minutos en mandarme el fichero, ya hemos cerrado eh?” o “no, no te lo puedo hacer mañana porque no me lo has pedido con 20 días de antelación, adjuntando póliza firmada por el conserje de planta”.

Puta madre.

Me está tocando luchar contra migomisma para no aplicar mi sagrado lema: “deja para pasado lo que puedas hacer mañana”, y qué quereis que os diga: me toca los ovarios a dos manos. Porque no me acostumbro, porque me obliga a gastar mucha de mi, ya de por sí, enclenque energía, y encima soy consciente de que algún la cagaré. Y será el Armaggedon.

Hay que trabajar y ganarse el pan, pero hostias, ¿a base de cagarse en la propia naturaleza de una?. Yo tengo mis tempos: días de actividad frenética en los que voy como una moto y me saco 20 pollos, y otros, como hoy, en los que nada quema y entonces no me apetece pegar ni el güevo, me paso el rato navegando y mirando el reloj. Procrastinando, vaya. En mi descargo diré que cuando curro, curro mucho. Nunca nadie me ha llamado la atención por la calidad de mi trabajo y jamás me han pegado una bronca por falta de responsabilidad. Estoy muy bien valorada aunque a veces sea una vaga, lo saben y me lo consienten.

Pero se me ha acabado la buena vida, ahora tengo que trabajar como si fuera una tipa organizada y no la perra indolente que soy. ¿Y la integridad de ser uno mismo dónde queda?.

Amos, no me jodas.

4 comentarios:

  1. Aishhhhh lagarta, lagartonaaaa!!! mal vicio éste de la pereza, recuerda que es un pecado capital. Lo que tenemos que hacer es la Primitiva y mandar a tomar pol culo esto del currar, que a alguien se le ocurrió decir que el trabajo dignifica, pero nooooooo el tipejo que dijo eso iba fumao o tripado. Viva la perrez!

    ResponderEliminar
  2. Lo llevas clarinete, pues, se te ha acabao lo de ser tú misma. Ahora te va a tocar ser, al menos una temporadita, otra misma. Y por el mismo precio, seguro.

    Ains, resignación, hermana, que es una virtud que te quita un poco del pecado de pereza.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Descarao, nenas, y,como dice mi santa madre (y todas sabemos que sabia lo es un rato), si el trabajo es salud, ¡viva la tuberculosis!.

    ResponderEliminar
  4. Kitty, como dice mi madre: "contra la pereza, diligencia" ... eso es lo que me falta a mi y no sé ande encontrarla ...

    Gordi, lo de ser otra misma lo estoy llevando malamente compañera. Sin drogas es difícil ;-)

    Sinco: ya sabemos todas que donde estén los dichos de Sincomadre ... apartarsus!!

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails