domingo, 23 de mayo de 2010

¿LO HARÁS?


Llevo un tiempo intentando vivir en mi otro hemisferio.

Quiero tener las experiencias de lo que nunca he sido y noto que el tiempo me apresura, creo que por fin estoy tomando conciencia de lo que significa haber vivido "ya" cuatro décadas.
De momento me he impuesto dos retos nada fáciles: el primero, ejercer de hermana mayor de alguien y el segundo... ay! el segundo... ser sumisa.Y juro que pongo todo mi empeño en intentar hacerlos bien ambos, y aunque no lo parezca, son misiones complementarias.

Soy la pequeña de cuatro hermanos. Mimada. Consentida hasta el tuétano. Apenas he tenido que abrir la boca para tener a todos pendientes de mí.
Hace unos meses se incorporó una compañera de trabajo, veinteañera, y fue como mirarme en el espejo del pasado. Es increíble, no nos parecemos físicamente pero es como si fuésemos la misma persona al revés. Ella es la mayor de cuatro hermanos. Le propuse ser adoptada como hermana pequeña, le gustó la idea y en eso estamos. Estoy flipando porque reproduzco el mismo comportamiento que han tenido mis hermanos conmigo: la consiento y la mimo y a la vez intento no ser muy mandona con el poder que me otorga ser la mayor. Ella es un encanto y es mucho más agradecida de lo que yo he sido jamás, así que de momento esta tarea es gratificante.

La segunda misión es más compleja. Es un reto en toda regla. Ir con las orejas agachadas no es precisamente el rasgo que más me caracteriza, soy más la que lleva el látigo. He conocido a alguien que acepta el reto de "domesticarme", quiere hacer de mí una sumisa en toda regla. Creo que es lo más excitante que he hecho nunca, me parece tan sumamente jodido ponerme en la piel del otro... Y estoy currándomelo, hago todos los deberes que me pide, pero sólo si lo pide, nunca si me lo ordena. Como en realidad él sólo quiere que yo sea capaz de satisfacer sus antojos, creo que no le importa adoptar un tono solícito. De momento, durante tres meses he ido sacando buenas notas con algún toque de atención de vez en cuando porque debo rebajar mis exigencias.
No tengo deberes pendientes, le he mandado todo cuanto me ha pedido. Ahora estoy nerviosa imaginando con qué caprichosa petición me sorprenderá acompañada de un ¿lo harás?.
Admito que ésta también está resultando una tarea gratificante aunque es de más largo recorrido y en algún momento es probable que me apeé y no pueda cumplir con el reto impuesto.

Seguiré colonizando mi otro hemisferio infrautilizado con nuevos retos.

2 comentarios:

  1. Ser sumisa tiene su encanto mujer ... eso de siempre estar esperando instrucciones te libera de tal manera de la responsabilidad de tomar decisiones que ... pone.

    Aunque no tengas el látigo muy lejos, por si acaso...

    ResponderEliminar
  2. Las cabronas tiran al monte, eso es impepinable....¡Males, perverses, Déu és molt just, que vos dongui lo que vos mereixeu!!!(E. Llopis (105 años)dixit).

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails